domingo, 4 de noviembre de 2012

La Carta de un Cofrade

Queridos cofrades con estas líneas quiero haceros llegar a todos mis sentimientos más profundos hacia esta cofradía que llevo tan dentro de mí ahora, como cuando era un niño. El sentir de un cofrade.
Llevo 50 años perteneciendo a esta cofradía desde pequeño, participando en sus procesiones año tras año y haciéndoles participes de mi ilusión a familiares y amigos.  Recuerdo  cuando fui hermano mayor de esta cofradía en el 1.983 y me acompañó vestida de penitente por primera vez mi hija Mónica que tenía  cuatro años. Recuerdo también como con el paso de los años mi hija pequeña Virginia quiso también formar parte de ella y más tarde mi mujer Carmen,  a la que agradezco que me haya acompañado y apoyado siempre en mi caminar cofrade. Gracias al conocimiento que tengo de esta cofradía he podido conseguir con los años poder pasar a formar parte de su junta directiva implicándome con devoción y coraje para sacar hacia adelante a una cofradía que parecía olvidada. Durante diez años he pasado por la tesorería, por la vicepresidencia y por la presidencia siempre dando de mí todo aquello que podía. Ilusión, fuerza, ánimos a otros compañeros cofrades para que todos juntos pudiésemos darle a esta cofradía el orgullo y el honor que se merece.  He de decir que si no hubiese sido por la unión de todos, esta cofradía no hubiese salido hacia delante. Por todo esto y mucho más mis más sincera gratitud.
He de deciros que no ha sido un camino de rosas, ya que los primeros tres años tuvimos que levantar una cofradía que no tenía junta directiva. Estructurarla y darle vida fue complicado, pero cabe destacar que donde existen ganas, fuerzas, buenas intenciones y sobre todo buena gente, cualquier obstáculo que se ha ido superando merecía la pena. 
Primero de todo fue el de buscar un lugar de encuentro para todos  donde juntarnos para  debatir los asuntos a tratar, y también un lugar de encuentro donde pasar momentos divertidos como verbenas, reuniones, etc. Es por esto que uno de nuestros primeros logros fue la construcción de La Casa de Hermandad. Seguidamente adquirimos un trono nuevo, ya que el que teníamos  andaba deteriorado por el paso de los años. Se restauró el gallardete antiguo y se mandó a hacer un gallardete nuevo. Aunque esta cofradía es la más joven de todas las que existen en la ciudad de Bailén, cuenta con muchos enseres que se encuentran en la propia casa de hermandad  y otros que andan perdidos entre los hermanos, enseres que estamos intentando recuperar  ya que marcan la  trayectoria  de esta, desde sus inicios hasta la actualidad.
Es un placer y un orgullo para mí el ser parte de su historia y de poder compartir con todo el mundo el sentir por esta cofradía donde he vivido momentos hermosos que recordaré siempre y momentos que espero poder seguir viviendo.

Quiero dar las gracias a todas aquellas personas que junto a mí, dieron y dan su amor y su esfuerzo por sacar hacia adelante cada Semana Santa. A los miembros de la junta directiva ya que sin ellos como he dicho antes esto no hubiese sido posible. A los costaleros que cada año hacen cada procesión tan suya, que  con su ilusión hacen que la hermosura de sus pasos  engrandezcan aún más a nuestra borriquilla y Piedad. Gracias también a aquellos cofrades que se quedaron en el camino y que tanto dieron por esta cofradía, mi más sentido recuerdo para ellos.  A todos muchas gracias. Mariano.

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