La Carta de un Cofrade
Queridos
cofrades con estas líneas quiero haceros llegar a todos mis
sentimientos más profundos hacia esta cofradía que llevo tan dentro de
mí ahora, como cuando era un niño. El sentir de un cofrade.
Llevo
50 años perteneciendo a esta cofradía desde pequeño, participando en
sus procesiones año tras año y haciéndoles participes de mi ilusión a
familiares y amigos. Recuerdo cuando
fui hermano mayor de esta cofradía en el 1.983 y me acompañó vestida de
penitente por primera vez mi hija Mónica que tenía cuatro
años. Recuerdo también como con el paso de los años mi hija pequeña
Virginia quiso también formar parte de ella y más tarde mi mujer Carmen, a
la que agradezco que me haya acompañado y apoyado siempre en mi caminar
cofrade. Gracias al conocimiento que tengo de esta cofradía he podido
conseguir con los años poder pasar a formar parte de su junta directiva
implicándome con devoción y coraje para sacar hacia adelante a una
cofradía que parecía olvidada. Durante diez años he pasado por la
tesorería, por la vicepresidencia y por la presidencia siempre dando de
mí todo aquello que podía. Ilusión, fuerza, ánimos a otros compañeros
cofrades para que todos juntos pudiésemos darle a esta cofradía el
orgullo y el honor que se merece. He
de decir que si no hubiese sido por la unión de todos, esta cofradía no
hubiese salido hacia delante. Por todo esto y mucho más mis más sincera
gratitud.
He
de deciros que no ha sido un camino de rosas, ya que los primeros tres
años tuvimos que levantar una cofradía que no tenía junta directiva.
Estructurarla y darle vida fue complicado, pero cabe destacar que donde
existen ganas, fuerzas, buenas intenciones y sobre todo buena gente,
cualquier obstáculo que se ha ido superando merecía la pena.
Primero de todo fue el de buscar un lugar de encuentro para todos donde juntarnos para debatir
los asuntos a tratar, y también un lugar de encuentro donde pasar
momentos divertidos como verbenas, reuniones, etc. Es por esto que uno
de nuestros primeros logros fue la construcción de La Casa de Hermandad.
Seguidamente adquirimos un trono nuevo, ya que el que teníamos andaba
deteriorado por el paso de los años. Se restauró el gallardete antiguo y
se mandó a hacer un gallardete nuevo. Aunque esta cofradía es la más
joven de todas las que existen en la ciudad de Bailén, cuenta con muchos
enseres que se encuentran en la propia casa de hermandad y otros que andan perdidos entre los hermanos, enseres que estamos intentando recuperar ya que marcan la trayectoria de esta, desde sus inicios hasta la actualidad.
Es
un placer y un orgullo para mí el ser parte de su historia y de poder
compartir con todo el mundo el sentir por esta cofradía donde he vivido
momentos hermosos que recordaré siempre y momentos que espero poder
seguir viviendo.
Quiero dar las gracias a todas aquellas personas que junto a mí, dieron y dan su amor y su esfuerzo por sacar hacia adelante cada Semana Santa. A los miembros de la junta directiva ya que sin ellos como he dicho antes esto no hubiese sido posible. A los costaleros que cada año hacen cada procesión tan suya, que con su ilusión hacen que la hermosura de sus pasos engrandezcan aún más a nuestra borriquilla y Piedad. Gracias también a aquellos cofrades que se quedaron en el camino y que tanto dieron por esta cofradía, mi más sentido recuerdo para ellos. A todos muchas gracias. Mariano.
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